PROCESOS, PERSONAS Y HERRAMIENTAS DIGITALES

Al trabajar con las PYMES me he dado cuenta de que muchas de ellas quieren sumarse al proceso de transformación digital de manera atropellada. Confunden el uso de herramientas o medios digitales con un verdadero proceso de transformación digital.

Suele ser frecuente encontrar PYMES que se lanzan a comprar un software de gestión para su empresa (por ejemplo un ERP o un CRM) sin haber analizado antes sus procesos internos, sin saber qué requisitos deben pedir a este software ni qué personas van a estar involucradas en el cambio.

Sucede a continuación que ese ERP tarda en ponerse en marcha mucho más de lo que la empresa pensaba, hay problemas y discusiones internas porque no se definió el equipo que iba a trabajar en el proyecto. La puesta en marcha se hace interminable. Suelen enfadarse varias personas del equipo porque en su momento no tuvieron en cuenta su opinión pero ahora les toca lidiar con el ERP en cuestión y con las malas caras de su gerente porque las cosas no salen como estaba previsto. En el peor de los casos, el ERP terminará sin ser utilizado, o sólo de manera parcial.

Puede suceder también que se haya lanzado una campaña de marketing sin haber analizado a quién debía dirigirse ni cuál era el canal adecuado para ella. Consecuencia, más discusiones, más tiempo y dinero perdidos.

Las herramientas son herramientas, por muy digitales que sean. Un verdadero proceso de transformación digital implica una reflexión sobre los procesos internos y un cambio en las personas. Se trata, por tanto, de tres elementos que se deben trabajar inevitablemente: procesos, personas y herramientas digitales. Valdría la siguiente analogía: para que haya un fuego necesitamos tres elementos: combustible, comburente y energía de activación. Si falta alguno de ellos no se produce el fuego.

Sucede, me temo, que es más fácil pagar la licencia de un software que conseguir cambios en algunas personas o en la manera en que se realizan determinados procesos dentro de la empresa.

La buena noticia es que el cambio es posible. Realmente lo es. Y para comenzar no hay que obsesionarse con grandes objetivos. Se trata de dar un primer paso, pequeño, que nos permita obtener un resultado rápido y evidente. Abrir una cuenta en una red social, una primera publicación, empezar a trabajar en la nube con los compañeros, plantearme si puedo simplificar un proceso, etc.

La transformación digital es una necesidad evidente para todos. Va de personas, procesos y tecnología. Mi experiencia con las PYMES me permite concluir que los resultados son mucho mejores cuando los cambios se realizan de manera gradual y mediante un proceso que casi podríamos llamar de seducción de todas las personas de la organización.

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