La transformación de las personas
Son varias las personas que me dicen: no me gusta lo que está pasando, no quiero que los cambios se produzcan tan rápido, no quiero que un robot me sustituya, esta transformación no puede ser buena.
Y como los humanos somos especialistas en negar la evidencia, pues algunos hacen como el avestruz y esconden la cabeza.
El miedo a la transformación es inherente al ser humano. En su día tuvieron miedo a la imprenta, a la máquina de vapor, a internet. Imagino que también recelarían del fuego. Me viene a la cabeza algo que me contaba mi abuela: me decía que cuando empezaron a comercializarse las lavadoras, ella juró que nunca entraría una lavadora en su casa. Obviamente, cambió de opinión.
Sucede en este momento que los cambios se producen tan rápido que no nos da tiempo a procesarlos. Y por eso a muchas personas les gustaría plantarse. Como decía Mafalda, “que paren el mundo que yo me bajo”.
Pero los cambios que están sucediendo a nivel digital no tienen vuelta atrás. Realmente a cualquiera de nosotros puede darnos miedo la idea de ser sustituidos por una máquina, pero si de verdad ocurrirá o no, es algo que aún está por ver.
Pienso que lo que sí nos va a diferenciar de las máquinas es la creatividad, la capacidad de innovar. Y, sorprendentemente, es algo que no se suele trabajar de manera específica. La buena noticia es que al igual que otras habilidades, la creatividad puede entrenarse.
En la infancia somos genios en pensamiento divergente, pero vamos perdiendo esa genialidad con el paso de los años y los avatares de la vida. Mi consejo si tienes hijos es que les potencies la creatividad, creo que la van a necesitar. A los que ya tenemos algunos años, os dejo unos enlaces con ideas para trabajar esta faceta.
https://lamenteesmaravillosa.com/pensamiento-divergente-desarrollarlo/
https://view.genial.ly/5bba214002bce40c952422a2/interactive-content-story-cubes